martes, 23 de febrero de 2010

El parque romano y el aduanero Rousseau


en el parque hay una selva en miniatura
el alto césped tapa los leones de cristal
un diván rojo grita entre los verdes húmedos mientras por la autopista huyen bestias gigantes en estampida
de las rojas corolas
de las vainas verdes
surgen bellas mujeres diminutas y blancas
en éxtasis saludan al sol
indiferentes
cierran su concha bivalva como si fuera una tienda
las máquinas podadoras nos acosan
la selva se retira a lo inframínimo
donde una hormiga es una bestia poderosa y sus pisadas
hacen retumbar la inmensidad

2 comentarios:

Ico dijo...

Precioso ese mundo salvaje abarcando el asfalto y los seres que pueblan el cuadro..

BUR dijo...

Si, además de ser muy intenso.