jueves, 11 de febrero de 2010



Esta foto, La hija pródiga es el comienzo de un proyecto que no tiene otro fin sino el de compartir instantes detenidos. La pródiga en cuestión estaba apartada del grupo y, cuando se sintió observada, se dirigió al grupo intentando pasar inadvertida. Hasta las ovejas negras vuelven al redil. Saludos.

6 comentarios:

Ico dijo...

La obeja negra siempre quiso ser igual que las demás pero su color la delataba. Ella misma no sabía que era un ser especial y sufría en silencio lo que creía que era desprecio y tan sólo era envidia...beeee...beeee.... muy buena foto.. ¿ es tuya?

yosune dijo...

Buen proyecto y buena idea.
La casa azul...todos los colores son buenos si dan pie a que muchas mujeres crean encuentros alrededor de una mesa...

Maga h dijo...

Llego invitada por Ico!


Un placer!

Anónimo dijo...

Cuando la obeja negra se dio cuenta que la diferencia era muy enriquecedora,... empezó a disfrutar de la vida

Anónimo dijo...

¡Ah, pero que el resto de obejas no son negras?!
(Yo también vengo desde el blog de ICO) :)

Jirafa dijo...

Otra foto que sugiere historias. Creo que la oveja, como Alson, se creía que las demás también eran negras e intentaba pasar desapercibida. O a lo mejor pensaba que era como las demás. Cuántas diferencias no percibimos y cuántas las exageramos, como si las mirásemos con lupa. La foto es magnífica, Fotoladymaton.
¿Quién no se identifica con la oveja?