Domingo por la mañana, día claro y muy, muy soleado, brisa suave, temperatura ideal para un buen chapuzón de mar. Desayuno abundante y relajado, no hay reloj que precipite mi untada de mantequilla en la tostada recién horneada, ni ralentice mis ganas de prolongar la charla con mi amor. NO, lo tomamos todo con calma, como debe ser y nos gusta hacerlo cada fin de semana. Así que como manda el ritual, nos ponemos el traje de baño, la mochila con una botella de agua y algún fruto seco y esta vez sin Musa, mi maravillosa perra, que se queda babeando sin entender cómo es que no la sacamos, como siempre lo hacemos, con los primeros rayos del sol. Así que en lugar de echarnos a andar, bajamos por la rampa del garaje, metemos las sillitas de playa en el coche, miramos de soslayo el bulto de la moto cubierta con su atrapapolvo y sin decir palabras pensamos al unísono que la próxima salida será pronto, hacia las playas del norte, con nuestra Harley, tirando motor y libertad. Con las caras llenas de viento. Desayunando por el camino y bautizándonos en cada cala de azul y cristalinas aguas norteñas.
Esta mañana elegimos estar con Neptuno, el dios de nuestra costa, en donde abundan los centollos, las rocas, los perros con amos complacientes, y la gente marinera de todos los pueblos del este.
Elegimos estar, vivir nuestro domingo así. Claro que luego llega la ducha fresca, el almuerzo hecho entre dos y tan bueno como todo lo anterior el sofá que nos acurruca y nos brinda momentos intensos de placidez.
?Para cuándo y en dónde está esa persona, que busco y no encuentro, que le guste disfrutar de un amor vivido cada fin de semana de esta manera?
Se aceptan candidatas.
Esta mañana elegimos estar con Neptuno, el dios de nuestra costa, en donde abundan los centollos, las rocas, los perros con amos complacientes, y la gente marinera de todos los pueblos del este.
Elegimos estar, vivir nuestro domingo así. Claro que luego llega la ducha fresca, el almuerzo hecho entre dos y tan bueno como todo lo anterior el sofá que nos acurruca y nos brinda momentos intensos de placidez.
?Para cuándo y en dónde está esa persona, que busco y no encuentro, que le guste disfrutar de un amor vivido cada fin de semana de esta manera?
Se aceptan candidatas.
5 comentarios:
Pues hija yo te diría que sí aunque tenga pareja. Es que te lo montas así de bonito que ganas me dan de irme pa tu isla
Qué bonito, hippie, ten cuidado porque igual te empiezan a llover candidatas colgando de sombrillas veraniegas como mary poppins sureñas, y ante tanta avalancha no sabes a quién elegir y tu moto se queda pequeña para tantas y tantas mujeres con sus casas azules a cuestas.
Querido anónimo si lanzas la piedra no escondas la mano, di al menos tu nombre...
Ufff, yo creo, Hippy, que te van a salir candidatas hasta de debajo de las piedras...
Desde pequeña me ha gustado adivinar cuando va a llover por el olor distinto que se percibe en el ambiente. Ahora veo que en cada lugar la tierra se prepara distinto para la lluvia... olores, sonidos, silencios, colores... Creo que pronto va a llover hippy...
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